Por lo que cuenta es evidente que, a
aún con todas sus dolencias y pesares, le gusta estar con la gente y conversar,
pero la inquieta la posibilidad de que los otros se escapen y la dejen sola,
sin alguien con quien hablar. Esto siente cuando le dice a su hijo "Quiero hablarte, no te vayas" porque ve que él a los pocos minutos de iniciar una charla manifiesta cierta urgencia y huye de su lado. Lo triste es que también lo está notando en otros momentos con otras personas.
Le puedo aconsejar una flor ideal para sobrellevar estas circunstancias; se trata de Heather, que la va a ayudar a compartir sus preocupaciones de manera más efectiva. Aprenderá con ella a elegir mejor a quien contarle sus cosas para que la puedan comprender y acompañar, y al mismo tiempo, verá que a los demás también les gusta ser escuchados y atendidos.
Heather activará tanto su capacidad de intercambiar y escuchar, que para las otras personas será un placer hablar con ella y hasta le pedirían guía y consejo.
B.R.A.
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