6.3.12

Sencillez en Mount Vernon

(Fragmento de una nota del Centro Bach de Inglaterra)  

            “Simpleza y pureza. Aquí pasamos mucho tiempo hablando sobre la sencillez, lo cual demuestra que para mucha gente la sencillez es un asunto difícil y complicado. Ciertamente la historia de los remedios sugiere que puede pasar mucho tiempo hasta alcanzarla.

             El Dr. Bach había gozado de muchos años de investigación exitosa en Londres. Su trabajo le había traído fama y un elevado grado profesional entre los médicos ortodoxos y homeópatas. En pocos años había creado un acercamiento curativo completamente nuevo, que se centraba exclusivamente en la salud emocional y espiritual de la gente, en lugar de los síntomas físicos. Se podría esperar que tras su muerte dejara estanterías llenas de notas y publicaciones escritas para la posteridad. Pero en este sentido también había decidido dejar las cosas tan claras y sin confusión como le fuera posible.

        Así, mientras se encontraba en el proceso de encontrar los nuevos remedios, el Dr. Bach iba desechando las  ideas y teorías innecesarias para su práctica. El laboratorio y la investigación ortodoxa fueron los primeros en irse, pero aún seguiría más.

         Conforme iba progresando fue eliminando el uso de la auscultación; investigaba y descartaba las relaciones entre los remedios tipo y la astrología; dejó de diagnosticar por los síntomas físicos y abandonó, por considerarla innecesaria, la idea de los diferentes remedios trabajando en los planos 'elevado' y 'bajo'.

          Hacia el final hizo una fogata en el jardín de Mount Vernon,...

donde quemó muchas de sus primeras notas, con la determinación a que no sobrevivieran para evitar confundir y desviar a la gente en el futuro. Todo lo que se necesitaba decir estaba dicho en 32 páginas.

          En su mente el trabajo descartado y las teorías abandonadas eran como un andamio: útiles mientras se suben los muros y se pone el techo, pero molesto e innecesario una vez que la gente está lista para mudarse y habitar la nueva casa.

        En 1936 algunas personas empezaron a promover la idea de combinar los 38 remedios en un sólo elixir y de esta manera solucionar los problemas de todos con una sola mezcla - una idea que el mismo Dr. Bach ya había experimentado y que tuvo que descartar.

          'Considero que usted ya ha pasado por cada fase del trabajo,' le escribió a su amigo Victor Bullen en octubre de ese año, un mes antes de su muerte: 'Se va a requerir de mucho valor para defender nuestro trabajo cuando empiecen a  aparecer agencias materialistas que lo distorsionen, porque la distorsión es un arma aún más grande que el intento de destrucción.' 'Nuestro trabajo es mantenernos firmemente adheridos a la sencillez y pureza de este sistema de sanación'.

          El secreto de los grandes escultores es que sacan y realzan la figura contenida en la piedra, y una vez liberada, dejan sus herramientas. Como la figura en la piedra, los remedios no fueron creados por el Dr. Bach, sino descubiertos por él. Bach siempre habló de los remedios no como un logro personal, sino como un regalo recibido de la naturaleza y de Dios, 'una vez que se nos entregó una joya de tal magnitud, nada puede desviarnos de nuestro camino de amor y deber para exhibir su lustre, puro y sin adornos a la gente del mundo'.

          Nunca lo hemos ocultado: la sencillez es, para nosotros, tan dura de mantener como alcanzarla lo fue para el Dr. Bach”.

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