Tantas veces me preguntaste qué me parecía tal o cual cosa, y... transcurríamos eternas horas adolescentes pasando de una opción a otra, hasta que llegaba otra amiga y otra más, y reiniciabas la ronda de preguntas. Nosotras intentábamos las más variadas respuestas hasta que el sueño nos vencía.
Hace poco nos reencontramos y café de por medio me contaste de varios proyectos. Por un momento volví en mi mente a aquellos días, porque tal como entonces insistís en que te diga qué pienso.
Querida amiga, podría darte mi opinión tal como lo estás pidiendo; sin embargo hoy la mejor forma que tengo para ayudarte a decidir qué hacer, es recomendarte una flor - Cerato - y ella sí, hará en parte lo que yo haría, impulsarte a que confíes en la opinión de la persona que más te conoce, y sabe exactamente cuál es el deseo genuino de tu corazón.
Hace poco nos reencontramos y café de por medio me contaste de varios proyectos. Por un momento volví en mi mente a aquellos días, porque tal como entonces insistís en que te diga qué pienso.
Querida amiga, podría darte mi opinión tal como lo estás pidiendo; sin embargo hoy la mejor forma que tengo para ayudarte a decidir qué hacer, es recomendarte una flor - Cerato - y ella sí, hará en parte lo que yo haría, impulsarte a que confíes en la opinión de la persona que más te conoce, y sabe exactamente cuál es el deseo genuino de tu corazón.
Y claro está, me refiero a vos misma, porque en la profundidad de tu alma sabes exactamente qué es lo mejor, pero aún no confías demasiado en tu propio juicio.