Para el Dr. Bach, la salud es la unión completa con armonía total entre cuerpo, mente y alma. Con esta concepción holística, y reconociendo el origen divino del alma, plantea que la enfermedad es en esencia el resultado de un conflicto entre el alma y la mente, cuya causa se erradica con un adecuado esfuerzo espiritual y mental.
Esto es, si el alma y la personalidad están en armonía, todo es paz, alegría, felicidad y salud; en cambio cuando la personalidad se desvía del camino trazado por el alma, surge el conflicto, raíz de la infelicidad que lleva a la enfermedad.
Llegó a la conclusión de que la personalidad sin conflicto es inmune a la enfermedad, o sea que cuando el ser humano es auténticamente feliz no se enferma. Y es feliz cuando al actuar, sigue con alegría su propio sentir, su instinto, su real pensamiento, su intuición; es fiel a sí mismo y cumple con los deseos genuinos de su corazón.
B.R.A.